Hoy les quiero contar mi testimonio de lo que he estado descubriendo en mi programación con este último taller que estamos haciendo con María Imelda. ¡Sencillamente no me lo esperaba!.

Me siento segura que al contárselo tal vez les pueda ayudar en sus procesos personales y tengo la esperanza que vean luz en su camino.

En estos últimos 4 días he estado luchando con la ansiedad y la depresión fue por eso y por encontrar mi propósito en la vida que conocí a María Imelda ya hace aproximadamente 4 años.

Es la primera vez que vuelve la depresión después de mucho tiempo y sin ninguna razón aparente.

Antes cuando NO me auto observaba y no aplicaba las 9 variables podía fácilmente echarle la culpa a alguien más o culparme a mi misma o a algún problema que se me presentará del porque me estaba sintiendo así pero no hubo ningún detonante que yo conscientemente pudiera reconocer, pues visiblemente en mi presente todo ha estado marchando bien y me tomo de sorpresa.

Primero empecé a sentir esa sensación de abandono y tristeza que tanto he sentido en el pasado.

Me sentí un poco impotente y que le estaba fallando a mi fe, también me dio rabia de no poder culpar a alguien o no tener con quien desquitarme, ya no pude sentirme ni si quiera víctima y me sentí desesperada.

Pero me arme de las herramientas de la escuela Cuántica, como escribir, tomar agua, respirar, hacer oración, elevar mi frecuencia escuchando música, moviendo mi cuerpo y retomar mi rutina diaria, pero seguía sintiendo la presión en mi pecho porque mi alma quería hablar.

Volvió la duda y me sentí sola porque tal vez quería que alguien lo resolviera por mí, pero está vez pude enfrentar esa duda y le pude preguntar a mi situación que quería mostrarme, también pedí señales e información.

Le hable a mi esposo para explicarle por lo que me estaba pasando y así cuidar que no se me fuera a volver un problema de pareja al él no entender que me pasaba.

Él me dijo que tal vez la llegada del invierno y la ausencia de mi hija por estas fechas me estaba haciendo sentir así y que no me sintiera presionada, que él se haría cargo de algunas de las cosas que yo hago.

Esto me alivio un poco para permíteme seguirme observando.

Y fue con los talleres de este nuevo reto y con hacer el árbol que pude identificar los bioquímicos a los que he sido adicta no solo desde el vientre de mi madre sino reconocer a mi abuela que vivió en mucha soledad la maternidad, mi abuela sufrió mucho y estuvo muy aislada, mi madre heredó esa tristeza y sentirse abandonada pues mi abuela murió cuando mi mamá estaba muy pequeña y yo también muchas veces de niña necesite a mi madre, la veía alejada y distante sumergida en lo que le dolía y yo lo tome como abandono también.

Hoy a estas horas que escribo este testimonio siento esperanza y libertad, no solo mía sino de mis ancestros y de mis hijos.

Esperanza y certeza de que he recibido el mensaje correcto que le dará luz a mi linaje.

Agradezco Tanto que María Imelda repite sus enseñanzas y su método pues han sido mi mejor terapia.

Yo tengo problemas para retener la información y para la atención, pero el método de escritura y de los colores han sido los que me han permitido avanzar y aplicar lo aprendido y tener un cambio verdadero en mi vida.

Vendrán nuevos retos, descubrimientos y cosas que enfrentar en mi vida, pero con Dios de la mano y con lo que he aprendido en la escuela se y soy más consciente que ahora soy yo la creadora de mi realidad y de mi futuro y que puedo liberar mi pasado y limpiarlo.

Discúlpenme lo largo quise hacerles un vídeo, pero a veces se me olvida lo que voy a decir son muchas cosas que he descubierto, podría seguir escribiendo y contando…eso ha sucedido por abrirme a recibir lo que el taller quiera enseñarme con sus revelaciones. Gracias por hacer parte de esta familia Cuántica Mia.